Estimados compañeros les traigo una noticia del periodo el Pais que consideramos de interés general.
"La crisis de la deuda soberana y la resistencia a la baja de la prima de riesgo
sigue cebándose sobre las pequeñas y medianas empresas. Según los datos
facilitados ayer por el Banco Central Europeo (BCE), el coste de un
préstamo bancario de hasta un millón de euros con un vencimiento de uno a
cinco años, el que normalmente suelen pedir las pymes, volvió a
aumentar en agosto en España, hasta situarse en el 6,61% (un 6,5% en
julio). No se pagaban unos intereses tan altos desde octubre de 2008, en
pleno torbellino tras la quiebra de Lehman Brothers.
Se trata del mayor coste de esta financiación bancaria en la zona
euro tras Portugal (un 7,79%), Eslovenia (6,9%) y Chipre (6,88%). El
primer país ha sido rescatado, el tercero lo ha solicitado y crece la
especulación acerca de que Eslovenia podría ser el siguiente.
La desventaja competitiva de las pymes españolas salta a la vista si
se tiene en cuenta que, por el mismo préstamo, una empresa alemana
tendría que pagar un tipo de interés del 3,81% (un 4,04% de julio), casi
la mitad, y en Francia el coste se situó en el 4,02% en agosto (un
4,14% el mes anterior). Incluso Italia, donde subió hasta el 6,24% en
julio, se relajó hasta el 5,83% en agosto. La media de la zona euro fue
del 4,15%.
La disparidad refleja una fragmentación de hecho en la zona euro, que
ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE) reconoció como
“inaceptable”: “Ciertamente, cuando dos filiales de una misma compañía
localizadas en dos países diferentes están pagando tipos de interés
completamente distintos por sus préstamos, cuando exactamente el mismo
prestatario, digamos una pareja joven que quiere comprar un piso, paga
un tipo de interés completamente diferente por una hipoteca, entonces
uno se empieza a preguntar si quizás no hay un problema aquí”, señaló en
la rueda de prensa posterior a la reunión en la que el Consejo de
Gobierno de la institución dejó el precio oficial del dinero en el
0,75%.
Esa fragmentación se mantiene a pesar de que la prima de riesgo, el
diferencial de rentabilidad entre el bono español a 10 años y su
equivalente alemán, se ha relajado desde su máximo histórico.
El 24 de julio cerró en 638 puntos básicos y ayer terminó en 445, un
nivel que sigue manteniendo la rentabilidad del bono a 10 años en las
proximidades del 6%. A dos años, los inversores exigen un 3,277%. La
deuda pública es la referencia que sirve de base a las empresas para
financiarse, por eso la repercusión es inmediata.
La carestía de los préstamos bancarios es especialmente grave en
España, donde alrededor del 70% de la financiación empresarial tiene ese
origen. Según el estratega de Citi para España, José Luis Martínez,
para que ese mercado se normalice deben darse varios elementos: “Si se
estabiliza el riesgo soberano, se elimina la incertidumbre sobre el
sector financiero y se restablece la financiación para los bancos, se
facilitará el flujo del crédito”. Martínez recuerda el perverso vínculo
entre todo ello: entre el 7% y el 8% de los activos de las entidades
financieras españolas son deuda pública, sobre todo española.
Juan Luis García Alejo, director de Inversis Gestión, señala que todo
el mercado financiero en conjunto está funcionando mal y eso está
expulsando a las empresas del acceso a los bancos: “Hace siete años,
aunque un proveedor pagara a más de 200 días, las empresas se podían
financiar al 1% y aguantaban. Ahora, si una empresa consigue un contrato
con la Administración y le pagan a 500 días, no hay negocio”."
No hay comentarios:
Publicar un comentario